Cargar el teléfono móvil, el ordenador portátil u otros dispositivos electrónicos en puertos USB públicos es una práctica cada vez más habitual. Los hay en bares, aeropuertos, trenes, bibliotecas, etc., y, en un momento de urgencia, puede evitar que acabemos sin batería. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que pueden ser peligrosos en materia de ciberseguridad. Catalunya Telecom, la operadora de telecomunicaciones de Catalunya de verdad, que también provee de servicios de telefonía móvil y fija quiere compartir con sus amigos y clientes unas reflexiones y unos consejos de los expertos, que consideramos bastante interesantes.
Los expertos llevan tiempo advirtiendo de que cargar los dispositivos en estos puertos sin tomar ninguna medida de seguridad implica riesgos, dado que los piratas informáticos pueden utilizarlos para robar información. Esto incluye desde imágenes a contraseñas, pasando por contactos y documentos diversos.
Una de las medidas preventivas que los fabricantes de software para teléfonos móviles Apple y Android implantaron fue la de crear la ventana emergente que aparece en cualquier dispositivo móvil cuando se enchufa por USB, y que permite seleccionar dos opciones: o bien solo cargar el aparato, o dar acceso a los datos. Por ahora, ésta es la mayor protección que existe en materia de ciberseguridad para el USB. Sin embargo, tampoco acaba de ser del todo seguro, porque, por un lado, estos sistemas también pueden ser atacados y, por otro, muchas veces no leemos las ventanas emergentes y las aceptamos directamente. De modo que, cuando aparece la solicitud de acceso a los datos, consentimos a menudo sin ser conscientes de ello. No sólo existe el peligro de que nos cojan los datos, sino también que nos los transfieran o que nos introduzcan un virus. La seguridad que existe hoy funciona, pero no es suficiente.
Por este motivo le sugerimos las siguientes medidas de prevención:
1. Leer bien las ventanas emergentes y aceptar sólo la carga del dispositivo móvil, no el acceso a los datos.
2. Cargar el móvil directamente a la corriente, no en puertos USB.
3. Emplear baterías portátiles. Si el conector es sólo de USB, podemos cargarla en el puerto público y, después, cargar el dispositivo con la batería portátil.
4. Emplear cargadores que sólo tienen cables de cargas.
5. Emplear «preservativos USB» o bloqueadores de datos, que son una especie de funda que corta la conexión de los pines de datos. Esto permite que el dispositivo reciba energía, pero nada más.